lunes, 26 de agosto de 2013

Pite ya, que tengo que madrugar

Tras la primera jornada de Liga, poco se puede decir de los equipos. De un Madrid al que le falta todavía mucho; de un Barça peleón como antaño, o de un Atleti que ha empezado con todo, pero que no olvidemos que es el Atleti. Sin embargo, sí hay un tema de conversación que colea y coleará hasta que cambie la situación: los horarios de la Liga.

Se ve que el señor Tebas tiene poco que hacer, sobre todo los lunes, porque a más de uno nos está costando levantarnos, mientras que él disfruta acostándose de madrugada... Si nos despiden por llegar tarde al día siguiente, ¿nos contrata señor Tebas? En el circo de la Liga podremos comer unos cuantos más, ¿no?



Oiga. Es verano, sí, pero estos horarios son de locos. Y ya no hablo de un viernes o un sábado, que al fin y al cabo al día siguiente sigue siendo fin de semana. Hablo de una Supercopa de España que en miércoles se juega a las once, o de un partido un domingo a la misma hora. Oigan, señores de la batuta, que la gente trabaja el lunes, que los equipos tienen que dormir fuera, ¡que los metros a esas horas no funcionan!

Ahora cuando empiecen las clases, ¿qué? Por lo que veo les encanta ver los estadios vacíos. Porque niños de colegio o gente de instituto y universidad no puede permitirse salir de un partido a las una de la mañana para acostarse a más de las dos.

Imagino que en un par de días las televisiones saltarán porque han perdido share y entonces quizás se haga algo. O no. Quién sabe.




Pero es que el señor Tebas no piensa tampoco en los compañeros de la prensa. Esos que entran para cubrir un partido que acaba a la una, con una rueda de prensa posterior, que cerrarán un periódico a más de las dos, llegarán a casa a las tres y se acostarán cuando puedan, teniendo que ir a trabajar al día siguiente.

No, señores, no. Aquí hay algo que no se está haciendo bien. Pero los equipos permanecen indiferentes, las televisiones no se inmutan (de momento) y los aficionados si quieren fútbol, que traguen. Es la dictadura del fútbol. El que paga manda. ¿O el que manda paga?

¿Se imaginan que hay penaltis en la vuelta de la Supercopa?

Cada año nos sorprenden con algo nuevo, que no bueno. Y mientras los mortales seguiremos pidiendo al árbitro que pite, que hay que madrugar.


lunes, 20 de mayo de 2013

Nuestro fútbol, amado y odiado

He de decir que he vuelto a abandonar esto un poco... Pero ha venido bien. En menos de un mes he estado en Argelia, Berlín y Hong Kong y los tres países van a conformar mi entrada de hoy.

No sé si en Argelia saben quién es Rajoy, qué se come en Valencia, o qué es San Fermín. Pero aman el fútbol, el fútbol español. En mi periplo por este país africano, recorrí la capital, Argel, en busca de la camiseta de la selección nacional. No había en ninguna tienda, ni de deportes ni generalista. Tuve que rebuscar y preguntar hasta que di con la tienda del fabricante, Puma, y allí la compré.

Pues si hubiese ido buscando una de Real Madrid, Barça o La Roja, no hubiese tenido el más mínimo problema. Aman nuestra Liga, a nuestros equipos, a nuestros jugadores, y no es extraño ver a chavales y no tan chavales con la elástica, sobre todo, azulgrana.

La mejor anécdota me pasó el último día de estancia en Argel. En el hotel donde me alojaba estaba hospedándose el ES Sétif, recién proclamado campeón de Liga en aquel momento y que se disponía a jugar las semifinales de Copa.



Cual no fue mi sorpresa, cuando uno de los técnicos descubrió que era española, periodista y que, además, había trabajado en el mundo del fútbol. De repente, el que parecía la estrella del equipo se acercó a mí dándome su número de teléfono, gesto que imitaron otros de sus compañeros. "Llévame a jugar a España, habla con alguien para que pueda jugar allí", me decía.

A esto contesté que no entendía como jugando con el mejor equipo de Argelia, siendo campeón y siendo internacional allí, quería venirse a España. Pero él me dijo: "Es que jugar en un equipo allí, aunque sea en Segunda B, hace que tengas más nombre que jugando con el campeón de aquí".

Así es la realidad. Se "matan" por venir a España a hacerse un nombre, a que alguien los vea y los haga famosos, a sudar las camisetas de los mejores, a dejar su país por jugar, no en Inglaterra, Francia o Italia, sino en España.




Berlín y el odio al español
La realidad de Alemania es bien distinta. Aún no sé si es porque en Mundial y Eurocopa los aplastamos, o porque conocen de sobra que nuestro fútbol es el más famoso, pero por allí no tienen mucho cariño a los nuestros.

Casualidades de la vida, de vacaciones con mis amigas, nos pillaron en Berlín las dos eliminatorias de Champions Borussia-Real Madrid y Barça-Bayer. Por supuesto, con sendas derrotas para los españoles y de paliza.



No hubo alemán que nos escuchara hablar que no se mofara de nosotros, se riera e incluso nos dedicase algún que otro gesto sin educación.

Es oír la palabra Barça o Madrid, y salirles el honor patrio a relucir. Ahora que se peleen entre ellos.


Hong Kong, la Premier y el Barça
A simple vista, a los chinos el fútbol no les va mucho. Pero eso es a simple vista. No había bar en la ciudad mandarina en el que no estuviesen echando algún partido de fútbol, aunque fuese repetido.

Hong Kong fue colonia británica y son fieles seguidores de la Premier, hasta un límite que ni os imagináis. Pero también ven la Liga española, sintiendo predilección por el FC Barcelona, un equipo que, dicen, siempre abre fronteras y tiene un carácter solidario que les atrapa.

Tengo que decir que no he llegado a ver ni un mísero campo de fútbol en este departamento chino, pero sí he visto camisetas barcelonistas y del Real Madrid por la calle.

Allí son más de carreras de caballos, polo, ping-pong y bádminton.

Dicho esto, os dejo con un vídeo del ES Sétif, mi pequeño homenaje al mejor equipo argelino, un equipo que, dicen sus técnicos, se miran en el espejo de nuestra Liga. Esperemos que ése sea el único espejo español en el que se miren...

http://www.youtube.com/watch?v=O16dLMtx7mI

martes, 2 de abril de 2013

Take, o la perla japonesa del Barça

Hace unos días me preguntaba un amigo que por qué había dejado de escribir el blog. La verdad, por pereza, aparte de que soy una de las pocas afortunadas que ha encontrado trabajo en mitad de la crisis.

El caso es que me hizo hincapié en que volviera, que echaba de menos leerme. Y, sinceramente, detalles como ésos son los que me han hecho volver a estar sentada frente a la televisión con el portátil, a punto de que empiece el partido de Champions entre el PSG y el Barça. 

Es fácil ponerse a escribir de fútbol estos días, inmersos en cuartos de la Liga de Campeones, aunque con la Liga más que decidida (con permiso del Real Madrid).

Pero, no es de profesionales de quien quiero hablar en este renacimiento de "Tiempo de descuento". A colación de una noticia que leía hoy en El País (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/04/01/actualidad/1364846120_892250.html), en la que se observaba el hecho de que el Tribunal Supremo se está cuestionando los contratos de las promesas del fútbol, esta entrada va a hablar de eso, de cantera.

Esta Semana Santa he tenido la oportunidad, como muchos de vosotros, de ver algunos de los partidos de los diversos campeonatos de base que se han disputado en España. Pues bien, en el MIC 2013 (Mediterranean International Cup) he descubierto a un pequeñajo que me ha puesto los vellos de punta. Es japonés y alevín (junio 2001) y se llama Takefusa Kubo. Juega de delantero en el Alevín A del FC Barcelona y el niño es una perla digna de ver.

A 1 de noviembre de 2012, el nipón llevaba 21 goles en 6 partidos. Este chiquillo tiene una visión del juego espectacular, un toque de balón que deja con la boca abierta y un olfato de gol que no tiene nada que envidiarle al 10 del primer equipo.





Take, como lo conocen sus compañeros, estuvo en el ojo del Real Madrid, pero finalmente fichó por el club azulgrana, convirtiéndose en el primer jugador japonés de la historia del club catalán.

No se puede decir, con los 12 años que está a punto de cumplir, que vaya a ser uno de los mejores futbolistas de la historia. Sin embargo, cualidades no le faltan y trabaja cada partido como si fuese el último.

Pero por mucho que os cuente, sólo tenéis que verlo vosotros mismos para poder opinar. Aquí os dejo un par de enlaces. Ahora, disfrutad de este pequeño japonés. Quizás algún día tenga que echar mano de esta entrada y decir "os lo dije".

Takefusa Kubo en acción


Takefusa Kubo FC Barcelona