A poco para que dé comienzo el tercer clásico de la temporada, Mou tiene a periodistas y aficionados, y calculo que a la misma plantilla, con el alma en vilo. El once del Real Madrid esta noche es todo un misterio.
En el caso del Barça, las dudas son menos y todo apunta a que Pep apostará por el mismo once que consigió el 1-3 en Liga, con la salvedad del cambio de Pinto por Valdés. Es decir, con Pinto en portería, Dani Alves y Abidal por la derecha e izquierda de la zaga, respectivamente; y Puyol y Piqué como pareja de centrales. Busquets como pivote, Xavi e Iniesta en la medular y un tridente ofensivo compuesto por Alexis (derecha), Fábregas (izquierda) y Messi.
El dibujo, un 4-3-3 ya habitual, puede cambiar fácilmente a un 3-4-3 con Alves jugando por la derecha. Pep, salvo problemas de última hora, será fiel a su estilo.
Pero la verdadera táctica de este clásico la está llevando a cabo desde hace unos días el entrenador portugués, porque nadie sabe nada. Algún as debe estar guardándose el míster blanco en la manga, un as (o varios) para conseguir parar a un Barça que ya se le atraganta demasiado.
Una de las principales incógnitas de este partido será la posición en la que juegue Pepe. Aunque, como en todo, muchas veces es más el ruido que las nueces. Por apostar, un 4-2-3-1 en el que Casillas ocupe la portería, Lass Diarrá el lateral derecho y Marcelo el izquierdo, mientras que Pepe y Ramos se quedan en el centro de la defensa. Más adelantados, Xavi Alonso y Coentrao, con Callejón, Özil y Cristiano por detrás de Benzemá.
La otra opción es el trivote compuesto por Pepe, Lass y Coentrao, con Cristiano, Benzema y Callejón arriba. Y tampoco se descarta a Ramos por la derecha.
Pero, ¿quién sabe? Si Mou lleva concentrados hasta lesionados y sancionados.
La clave, el portugués sabe que pasa por parar a Messi. Con Pepe en el centro del campo, el Madrid gana seguridad en esa zona y control, porque es una posición con la que el normalmente central ha incomodado siempre al eterno rival. Ya jugó en este sitio con Portugal y frente al Athletic la pasada temporada, lugar que repitió en uno de los clásicos.
Pero ésta puede ser un arma de doble filo. Porque Mou sabe que la desesperación blanca por frenar al Barça quedaría al descubierto. Un Barça que tiene obsesión por tener la posesión y tocar, desde el portero a Messi.
Para ganar al Barcelona hay que ser osado, valiente, como lo fue Pepe Mel el domingo. Entrar sin miedo a perder y con todo por ganar.
El centro del campo es propiedad del conjunto catalán. Parece como si un orden divino los colocase y ellos se movieran por incercia. Aquí y en la selección. Se ordenan y desordenan a su antojo, como movidos por una fuerza que sólo ellos conocen, compenetrándose con la defensa y con la delantera como si una cosa fuese mera continuación de otra. Bailando sin descompensarse.
La otra asignatura que, de momento, tiene ganada el Barça es la de su jugador estrella. Messi lleva ya 13 goles frente al Barça, mientras Cristiano se agobia y no da pie con bola frente al eterno rival.
Sería bonito que el portugués despertara de una vez en los clásicos, porque los espectadores veríamos por fin espectáculo y un duelo sin precedentes.
Os dejo un vídeo del partido frente al Athletic del año pasado, con Pepe como mediocentro. Con Mou, todo puede ser. http://www.youtube.com/watch?v=Cln7B0KoijA
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